Citando a... Alice Kellen

¡Hola a todos mis queridos lectores! ¿Cómo les va por allá? Por mi parte estoy contenta aunque con algo de frío, ya que por acá el clima esta algo raro. Apenas ayer hacía calor y había sol, y hoy hace frío y la temperatura solo ha logrado ascender por el dichoso sol, que ni siquiera se siente. Lamento mucho estar tardando tanto en subir entradas, pero la escuela me trae como loca y me planteo seriamente en abandonarla (EH NIÑAS, SOY UNA SARCÁSTICA SIN REMEDIO. VI QUE MUCHAS ME COMENTAN QUE NO LA DEJE Y OBVIO NO LO HARÉ. LAMENTO CONFUNDIRLAS, A VECES SUELTO DISPARATES EN BROMA). En fin, eso y otras cosas, me impiden pasarme por el blog. Aunque eso si: siempre estoy leyendo sus comentarios. Ya saben que leerlos me pone muy contenta.

El día de hoy vengo con la sección CITANDO A... que como su nombre lo indica, es una sección dedicada a compartir las frases de una de mis lecturas más recientes. Hoy le toca el honor a Alice Kellen, autora de 33 razones para volver a verte, novela que adore con toda el alma y que espero reseñar pronto. Estoy deseando comprar 23 otoños antes de ti.

En fin, esta sección es muy corta, espero que alguna de las frases les guste y, quizá, compartirlas los anime a leer el libro. Ya me dejaré de charlas y vayamos a lo interesante:

Ella hundió los dedos en su cabello y le acarició la espalda con la otra mano. Cuando pensaba que era imposible estremecerse más, Mike inventaba nuevas caricias, nuevos besos y nuevas palabras que le susurraba al oído.

Página 35

Le aconsejaron que se abriese, que llorase y dejase salir las emociones, pero no fue capaz de derramar ni una sola lágrima. Le dolía tanto que no conseguía canalizarlo.

Página 51

La humanidad se divipia en dos grupos: gente molesta y gente no molesta: desgraciadamente casi todos pertenecían al primero.

Página 54

Un golpe, malo. Dos golpes, empieza a correr. Tres golpes, estas jodido. A la mínima complicación, reculaba. Si intuía que algo podia salir mal, no volvía a repetirlo. Era un barco a la deriva, pero feliz, que se dejaba llevar por la corriente y no intentaba nadar en la dirección contraria.

Página 67

-Novela romántica y novela erótica vienen a ser lo mismo ¿no?

-Es evidente que no, de ahí que tengan dos nombres distintos.

Página 102

Al fin y al cabo, tiene su gracia ver al fuego de cerca,  esplendoroso, con las llamas ondeando y chisporroteando alrededor, pero no es nada agradable meter la mano dentro ¿Cierto?

Página 139

Supongo que los recuerdos a veces pesan demasiado.

Página 141

Y lo siento, no sabes cuanto. Haría cualquier cosa, lo que fuese, por poder volver atrás y cambiarme a mi mismo, cambiar lo que ocurrió, cambiarlo todo. Pero no puedo, Rachel. ¿Crees que a mi no me duele? Todo lo que podía haber sido y no fue...

Página 142

-¡Es que no es tan sencillo como decir ''me gusta'' o ''no me gusta''! Se trata de algo mucho más complejo... los sentimientos no pueden definirse de un modo tan simple. No es justo para ellos. Para los pobres sentimientos, quiero decir.

Página 182

Rachel comprendió entonces que no siempre pedimos ser rescatados, incluso aunque sea evidente que lo necesitamos. 

Página 183

-Espera -dijo-. No soy como tú. No creo que todos sean malas personas. No creo que deba esconderme y protegerme de los demás constantemente. Y no creo que vayas a ser feliz si no empiezas a confiar en el mundo que te rodea porque, te guste o no, formas parte de él -concluyó con dureza-. ¿Sabes todo lo que te estás perdiendo por tener miedo? El miedo no conduce a nada bueno. El miedo solo es represión. Yo no tengo nada que temer y me gusta compartir lo que siento, sea bueno o malo. Es lo justo. Dar aquello que tienes. Apostar por las personas que crees que valen la pena.

Página 184-185

Existían muchos tipos de soledad. Y suponía que la de estar rodeada de un montón de personas pero sentirse aislada debía de ser una de las peores.

Página 186

No sé si se pueda echar de menos algo que nunca has tenido, pero a veces lo siento así.

Página 199

Ahora lo entendía.

Si entendía, sentía...

Y si sentía, se perdía...

Página 245

Rachel no estaba segura de cómo había soportado no besarlo durante todo aquel tiempo. Las sensaciones que trepaban por su piel parecían gritarle que todo lo que necesitaba en el mundo estaba frente a ella. Era una idea punzante y dolorosa, pero muy real.

Página 250

Incapaz de seguir escuchando los latidos de su corazón, tan rítmicos, tan perfectos..., se apartó y bajó la mirada por su torso, acariciándolo con las dos manos, intentando memorizar cada centímetro de piel, cada marca, cada lunar y cada diminuta cicatriz que simbolizaba un recuerdo doloroso y oscuro.

Página 279

-¡Niña, estás loca! -Jimena la miró consternada-. ¿Por qué no quieres ser feliz?

-Porque después de la felicidad siempre llega la infidelidad -explicó-. ¿De qué otro modo si no podríamos comprar el nivel satisfactorio de nuestras vidas? Si evito lo primero, evito también lo segundo. Es lógico.

Página 291

No es fácil quererme. No es fácil y lo entiendo, de verdad que sí, porque a mí también me resulta complicado...

Página 300

Creo que me estoy aficionando en saltar baches y empiezo a entender que no vale la pena el tiempo que invertimos en rodear los obstáculos. El futuro es una línea recta.

Página 311

Eso es todo por la entrada de hoy. Lo cierto es que fue una lectura que me transmitió demasiado, logré entenderme muchísimo con los protagonistas y me he sentido muy identificada en ciertas situaciones. Recomiendo muchísimo la lectura. 

¿Ya habían leído el libro? ¿Habían escuchado de la autora? ¿Qué les parecieron las frases? ¡Dejénme sus respuestas en los comentarios!